La tercera etapa del Tour du Poitou-Charentes estuvo a punto de traducirse en una nueva victoria para Caja Rural-Seguros RGA. Después de estar todo el día escapado, Jon Irisarri acabó cediendo en el último kilómetro ante el ataque de su compañero de fuga, el belga Sander Armée (LTS), para finalmente cruzar la meta en sexta posición.
Desde el banderazo de salida, el equipo salió al ataque con la intención de ser protagonistas. Fue Jon Irisarri el encargado de filtrarse por delante en un grupo de cuatro corredores completado por el propio Armée y su compañero Vanhoucke y el francés Sellier (TDE). Este último se dejó caer del grupo cabecero a los pocos kilómetros, dejando al trío con toda la etapa por delante para echarle el pulso al pelotón.
El empuje del gran grupo acabó limando las diferencias hasta menos del minuto cuando la carrera enfilaba los últimos diez kilómetros, pero no fue hasta el último kilómetro cuando llegó el certero ataque de Armée que acabó llevándole al triunfo, dejando sin premio el buen trabajo de Irisarri durante toda la jornada.
Jon Irisarri: «El objetivo era estar en la fuga, y si no era posible pues ayudar a Matteo en un posible sprint. Al final he podido estar y cuando nos hemos quedado con los dos Lotto nos hemos entendido bien hasta los últimos veinticinco kilómetros, que me han empezado a arrancar. Me han desgastado con los ataques y en el repeche que había poco antes de meta ha atacado Armée. Sabía que si le cogía iba a atacar su compañero. Al final se ha ido y por detrás nos ha cogido el pelotón. Estoy contento de verme delante con fuerzas para pelear por ganar, pero cuando estás tan cerca y no lo consigues se queda un sabor agridulce».
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