Poco le importó el desgaste del día anterior, después de marchar fugado durante más de 100 kilómetros. Oier Lazkano se lanzó de nuevo a la aventura en el animado inicio de la tercera jornada de la Vuelta a Burgos, una etapa de 173 kilómetros entre las pequeñas localidades de Busto de Bureba y Espinosa de los Monteros, con el punto álgido del ascenso a Picón Blanco en los kilómetros finales.
El vitoriano de Caja Rural-Seguros RGA abrió distancia en compañía de Joan Bou (EUS), Óscar Cabedo (BBH) y Guy Niv (ISN). Aunque las diferencias fueron amplias, éstas se redujeron en el tercio final de recorrido. Con 4 y medio de renta, decidió abandonar a sus compañeros en la subida al Alto de Retuerta, el paso previo a iniciar las exigentes rampas de ese Picón Blanco.
A su ritmo, Lazkano fue capaz de superar en solitario más de la mitad del puerto, hasta que la batalla de los favoritos abortó por completo la escapada. Sin embargo, la organización reconoció su valentía otorgándole el premio a ciclista más combativo de la etapa.
Oier Lazkano: «He dado protagonismo al equipo y sobre todo lo he intentado cuando se podía. Sabía que por atrás venían buenos escaladores, frente a esos corredores no se puede hacer nada de tú a tú, así que lo he probado desde lejos. Es verdad que la fatiga de ayer se ha notado, pero estoy en forma, he entrenado fuerte, la concentración en altura fue bien y todo ese trabajo acaba dando sus frutos tarde o temprano. Siempre queda alguna ocasión, seguro que alguna vez conseguiremos rematar una escapada».
Jonathan Lastra y Jokin Murguialday fueron los mejores Caja Rural-Seguros RGA en meta, donde Romain Bardet (DSM) logró la victoria en solitario para situarse como nuevo líder de la general. En principio, los velocistas recobrarán protagonismo este viernes antes del desenlace del sábado en Lagunas de Neila.